lunes, 21 de abril de 2008

Cena del Monton

Hola compañeros, lo primero es lo primero, felicitar a nuestras campeonas las chicas del Congrega Canabal por su rotunda victoria, sobre El Club de Tenis. También felicitar a los chicos del Club de Tenis por la suya sobre la S.D. Hípica.
Dicho esto, después de una cena, entrega de premios, hubo una fiesta. No soy yo demasiado amigo de tales eventos, pero alguna hay que asistir, parece raro pero soy después de todo un gran tímido, le pese a quien le pese, lo creo o no la gente. No tenia yo una gran noche, primero un gran catarro, que no me dejaba tranquila la nariz, después un par de analgésicos que me dejaron dormido , toda la jornada.
Pero con todo y con eso, traté de pasármelo bien, y como se dice al mal tiempo buena cara.
Me he encontrado, con amigos, de otros clubes que hacía tiempo que no veía , como a mi amigo, Ivan Giraldez, que por cierto, me invitó a una copa, y he tratado toda la noche de devolvérsela, pero por mas que miraba, siempre lo veía con una llena en la mano.
Yago Fdz Reija, que no se si era por el pedo que ya arrastraba, el caso es que me saludó pero a la siguiente me preguntaba quien era yo, jajaja.
Luis Fdz Oro, que estuvo como siempre magnifico, en la pista y también fuera de ella, Roy que no solo navega de maravilla, sino que el Pádel, terminará por no tener secretos para el.
Chus inmensa, en un papel de martir en la pista, que cumplió con creces y obligó a sus verdugos a doblegarse ante su resistencia numantina, su perseverancia y consistencia.
Carmen siempre, como los buenos Generales, desde el puesto de mando, sin perder la compostura ni la confianza, en sus buenos, fieles, y grandes soldados, sin los que jamas se puede ganar una guerra.
Lo bueno de estos actos, en general es que de una competitividad salvaje, se pasa a la mas absoluta amistad, y compañerismo, en el mismo día, en apenas horas y a escasos metros de donde se luchaba encarnizadamente dentro de la pista, esto es lo que hace grande al deporte y a los deportistas, lo ennoblece, de una manera absoluta.
Competir es sano, o debería de serlo, mientras uno no se obsesione con ganar, o lo haga a toda costa, o a cualquier precio, esto no debería ser un problema. Como no lo es, volver a reencontrarse con gente que no ves con frecuencia, pero que hay un punto, un nexo de unión, indisoluble intemporal, como es la pasión por la raqueta o la pala en este caso.

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