lunes, 17 de marzo de 2008

Un Hombre Enamorado

Me había levantado temprano , como siempre para desayunar con ella, antes de que se fuera al trabajo... mas pronto todavía, ya que nunca desaprovechábamos , una ocasión para amarnos, sentirnos, despedirnos con la pasión, de los que nunca más se van a volver a ver.
Me encantaba observarla mientras , con la delicadeza de quien cambia pañales, hacia las tostadas, ponía la mesa, y exprimía un par de naranjas, sacandole como siempre todo el jugo a la vida.
Cuando me miraba, un escalofrío cálido recorría mi cuerpo, tantas veces como sus bellos y atormentados ojos verdes me desnudaban, desde la vitrocerámica.

No se que tienen , ciertas mujeres por las mañanas, que estás especialmente bellas, apasionadas, intensas.

La intensidad es un arma de doble filo, de ida y vuelta.
Lo se por que yo lo soy , lo vivo, lo sufro, padezco y hago sufrir a quien esta a mi lado. No me gustan las cosas a medias, o estas o no estas, o te entregas o no, o amas o dejas la libertad de poder amar.
¡Que bonito sonaba aquel adiós!
Cuando cerrando la puerta. La criptonita de su mirada, me dejaba como aquel héroe del Comic , desvalido, tocado, inseguro, medio muerto. Esperando a que llegara al portal, saliera a la plaza que rodeaba la casa, y se alejara mientras miraba.
Miraba ... siempre lo hacia, desde su ventana, veía como se alejaba, sus pasos todavía sonaban en mis oídos mientras recogía y me duchaba.
Me duchaba , como mi abuela decía en mi mas tierna infancia, por parroquias, intentando respetar el olor, arroparlo, que su presencia como las fragancias, respetara el día , me acompañara.
No hay mejor perfume , mas elaborado que el que deja el amor, todas las mañanas, al hacer el amor. Sí además de eso también a ti te aman.
Lo bueno, por desgracia es siempre o casi siempre breve, efímero.
No escribo con nostalgia, pena o rabia. Simplemente cuento, relato, describo aquellas aguas pasadas que no moviendo molino, me han triturado el alma.

La vida son solo momentos , si los pierdes jamas los vivirás, pero si los has vivido y recuerdas, por breves que fueran, te acompañaran para siempre.

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