Matrioska, matrioska, matrioska, matrioska, matrioska...

Una dentro de la otra, otra dentro de esta, una mas , en fila perfectas, alineadas, maquilladas , listas. Preparadas para los Turistas. Bellas, siempre bellas, correctas, en todas partes, de todos los colores.
Vacías por dentro, huecas, dejando sitio para una mas. Iguales, solo su tamaño las delata, simples, complejas, sofisticadas, sencillas, accesibles, incontables, de tres o de cien.
Seguras, apiladas, fáciles de consumir, cercanas, del país, ¡ o, como no... de Asia!, hechas a mano, o en serie, da lo mismo contenido que continente, todas siempre iguales.
Cultas, inteligentes , manipuladoras, siempre en su posición correcta, invariables, al tiempo y los elementos, coquetas , vistosas, nada pretenciosas en principio.
Sencillas, sin artificios, duras como el material del que están hechas, cálidas como sus colores, heladas como el barniz que la enmascara.
Una dentro de otra, otra dentro de esta , una mas... siempre una mas, como si no se acabasen nunca...