miércoles, 21 de mayo de 2008

Insoportable levedad del Ser

En 1984 Milan Kundera publica la novela," La insoportable levedad del Ser", tres años después el director de cine Philip Kaufman , lleva la obra al cine. Su protagonista Mario un Neurocirujano de éxito.
Entre otras curiosidades, además de su afición a las mujeres, y su promiscuidad, y en clara alusión a ambas, afirma: Nunca me acuesto con la misma mujer mas de tres veces, y jamás llevo a dicha mujer a mi casa.
Esto es solo una escusa para arrancar. Si uno a leído la novela, recuerda con cierta angustia, aquellas sesiones soporíferas de hospital, entre ingentes enfermos mentales, trepanaciones y demás artes neuroquirúrgicas y la manera como Mario escapa a todo eso , saltando de cama en cama y de afecto en afecto.
Supongo que la entrega a la pasión desmedida, y el sexo, evade a Mario de la presión y contacto continuo con la muerte en su trabajo.
Estoy un poco susceptible estos días a todo esto, ya que tengo a mi padre ingresado, y como muchos de los personajes de Kundera, me paso algunas horas al día , paseando por las enormes salas de dolor y sufrimiento que son los hospitales. A mayor centro médico, mayor angustia , soledad y sensación de impotencia ante tal maquinaria inhumana de sanación que hemos creado.
Si nos paramos a pensar... solamente, en esos pequeños momentos de visita a un pariente , amigo , nos damos cuenta de lo frágiles que somos y la levedad de nuestro ser.
También percibimos o mejor dicho nos aproximamos a la muerte, tema no se porque, tan tabú en nuestra sociedad. Morirse es simplemente una consecuencia mas de la vida, el resultado final e inevitable, de nuestra existencia.
Empezamos a morir el mismo día que nacemos, pero nos nos damos cuenta, de eso hasta bien entrados los 40 años , algunas páginas de sucesos y muchas esquelas y entierros soportados.
No quiero convertir este texto en una alegato a la eutanasia, o un canto a la depresión, todo lo contrario, el ser humano, mejor dicho todo ser vivo, se agarra a la vida , mucho mas de lo que imaginamos desde la juventud, alegría y bienestar emocional y físico, hasta el final de sus días en este mundo.
Dice Juanes el cantante Colombiano, de boca de su abuela que la vida es un ratico, y mi padre añade siempre: Que es un ratico mas chico, después de los 45 años. Ahora con la perspectiva y sabiduría de los 85 años, he de creerle.
Vivimos para mañana , recordando el ayer, y casi, casi siempre, obviamos el día a día , que sin duda es la verdadera sustancia de nuestro paso de prestado por este lugar, este cuerpo y como decía Ortega , nuestras circunstancias.
Hoy es posible que le den el alta a mi padre, me alegro un montón, y tristemente pienso, en todo lo que uno no le ha dicho a su padre , mientras ha podido. Espero ya que tengo la oportunidad remediar todo eso y además os lo recomiendo, no sabes la tranquilidad que da , saberse querido y además que te lo digan.
Suponer, solo se supone el valor en el servicio militar. Todo lo demás hay que expresarlo, bien claro, alto e infinitas veces.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Epi,
Me alegro de la recuperación de tu padre. Padres sólo hay uno, cuídalo.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Choupas. Te leo desde que descubrí en Padelcoruña una referencia a tu página, y desde entonces de vez en cuando entro a ver si has escrito algo nuevo. Hoy me he suscrito para que me envien ua notificación cada vez que lo hagas, me gusta lo que escribes y cómo lo haces. Hoy me he sentido muy impresionada por tus palabras y por eso me animo a decirte que por favor, sigas haciéndolo. No sé quién eres, ni cómo juegas al pádel, pero, con las palabras, sabes llegar a la gente. Seguiré leyéndote.