domingo, 27 de febrero de 2011

ARCILLA




Como las zapatillas de una bailarina,
mis manos bailan en sus entrañas fangosas,
espesas, dando forma a lo que carece de ella.
Tratando de darle un significado, ponerle
un rostro, mimetizarme de alguna manera.
Unos rasgos, un gesto, unos ojos, una mirada.
Captada, perdida, olvidada, quizas descubierta.
En un azar creativo.
Pelea desigual entre creatividad y docencia.
Donde siempre gana esta última,
Porque es la dueña del tiempo, de este tiempo,
de todo el tiempo.
Cualquier tiempo en Pontevedra.

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